Page 12 - Viaje de fin de curso (Maturalac) - Branka Primorac

II.

Salvación en el último momento

Un autobús bonito, limpio y grande apareció delante de la escuela, a
tiempo. Arrastrando nuestras cosas, nos agolpamos en la entrada, había que
encontrar un buen lugar y la pareja idónea para que el viaje no fuera aburri-
do. Sabía que a Mirta le importaba mucho dónde se iba a sentar Davor, y a
Davor dónde se sentaría Ana. A mí sí que me importaba dónde estaría ese
diablillo. A Ana, sin embargo, le interesaba saber dónde estaba Zvonko.
¡Lo que hacía para que él notase su presencia! Desde el primer día,
cuando apareció en la escuela, lo miraba descaradamente con una mi-
rada llena del fuego de sus ojos color violeta. No tenía claro si ya estaba
acostumbrado a las explosiones amorosas de sus fans y a las alumnas,
maduras prematuramente, o era que tenía una pinta de profesor frío,
de cuyo su comportamiento y actuaciones no advertíamos nada con lo
que podríamos inventar nuestros cuentos groseros. Y mientras el alto ex
deportista era totalmente indiferente al ceñido jersey escotado
de Ana, que enseñaba más de lo que tenía que enseñar, especialmen-
te cuando ella se inclinaba a propósito cerca suyo, nosotros estábamos
encantados. Vimos lo que Zvonko El Poste no veía. Sus labios frunci-
dos con despecho, su barbilla y senos en alto, su estrecha cintura y la
armonía de sus piernas a pesar de su baja estatura. Sin embargo, lo más
bonito en ella era su pelo rubio, el que ella echaba de un lado a otro tan
graciosamente y que a nosotros nos ponía la piel de gallina. Al hacer
eso, su pelo se enredaba ligeramente a la persona más cercana. Nadie se
quejaba. Al contrario, despertaba la imaginación, así que empezaban a
hacer castillos en el aire. Estaba claro que nosotros no le interesábamos

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